Drawing Together to Discover a Silenced Past:

A Conversation with Ariel Rojas

 

Janis Breckenridge

Whitman College

 

Ariel Rojas Lizana is a Chilean author, a professor of art and a photogragpher. In 2013 he finished the book Nuevas Ideas para la Enseñanza de las Artes Visuales (New Ideas for Teaching Visual Arts) which was published by Bibliográfica Internacional. In 2014, together with his sister Sol Rojas Lizana, he created the graphic memoir Historias Clandestinas. The book tells the true story of his childhood and adolescence (a ten year period) in which his family lived with persecuted political activists living in clandestinity and working against Augusto Pinochet. In 2015, Ariel published Anarco Chistes (RIL Editores), a work of graphic humor that continues the visual style characteristic of Historias Clandestinas.

Ariel Rojas Lizana es autor chileno, profesor de Arte y fotógrafo. En el año 2013 terminó su libro Nuevas ideas para la enseñanza de las artes visuales el cual fue publicado por la editorial Bibliográfica Internacional. En 2014 junto a su hermana Sol Rojas Lizana dieron a conocoer la novela gráfica Historias clandestinas (Editorial LOM). El libro cuenta la historia de su niñez y adolescencia (un período de diez años) tiempo en el cual su familia convivió con los más buscados activistas políticos contra la dictadura de Augusto Pinochet. En el año 2015, Ariel publicó el libro de humor gráfico Anarcochistes (RIL editores) en el cual vuelve a utilizar el estilo empleado en Historias clandestinas.

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Janis Breckenridge, Associate Professor and Chair of the Spanish Department at Whitman College and co-editor of Pushing the Boundaries of Latin American Testimony: Meta-morphoses and Migrations (Palgrave 2012; Louise Detwiler, co-editor), specializes in literary and visual testimony, cultural representations of human rights violations and the study of graphic novels and comics.

Janis Breckenridge, Profesora y Chair del Departamento de Español en Whitman College, es co-editora de Pushing the Boundaries of Latin American Testimony: Meta-morphoses and Migrations (Palgrave 2012; Louise Detwiler, co-editor). Se especializa en el testimonio literario y visual, las representaciones culturales de los derechos humanos y el estudio de la novela gráfica y los cómics.

This interview was conducted simultaneously in both Spanish and English (not translated) in May of 2016 via the internet as Ariel lives in Santiago, Chile and Janis resides in Walla Walla, Washington some 6240 miles away.

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JB: Ariel, mil gracias por compartir tu tiempo y hablarme de tus proyectos. Historias clandestinas es una hermosa novela gráfica que narra tus memorias y experiencias de la niñez cuando crecías en una casa de seguridad bajo la dictadura de Pinochet en Chile. Esta realidad única y precaria fue compartida por tu hermana, Sol Rojas Lizana, quien no sólo comparte un rol protagónico contigo, sino también es co-creadora del libro. ¿Me puedes contar algo sobre el proceso colaborativo de este proyecto?

 

Ariel: Mi hermana Sol fue quien tuvo la idea de hacer una novela gráfica sobre lo que nosotros como familia vivimos en una casa de seguridad durante la Dictadura de Pinochet. Comprendí que era una gran idea ya que nuestra experiencia en la clandestinidad fue una realidad vivida por muchos chilenos. Por otra parte siempre se había hablado acerca del heroísmo de los líderes contra la dictadura pero no de aquellas familias que acogieron a esos combatientes en sus hogares poniendo en riesgo sus propias vidas y las de sus hijos. Pese a que acogí el proyecto con entusiasmo también sabía que este trabajo tendría un costo emocional para mí ya que me obligaría a volver a vivir situaciones difíciles de mi adolescencia. El precio de vivir diez años en una casa de seguridad donde todas las actividades de la vida diaria giran en torno a un discurso político radical puede a ratos ser verdaderamente desquiciante para cualquiera y con mayor razón para un adolescente.

 

Mi hermana y yo trabajamos cuatro años en este libro, básicamente yo me dediqué a las imágenes y mi hermana a la corrección y producción de textos como también a dar nuevas ideas y enfoques para este libro. Ella eliminó páginas enteras y cuestionó la coherencia de muchas imágenes. Mi hermana es muy detallista, hubo momentos de tensión entre nosotros y también de confluencia. Todo lo hicimos a través de internet ya que mi hermana vive en Australia y yo en Chile, esos cuatro años de trabajo conjunto y continuo en esta co-creación fueron un reencuentro entre nosotros ya que después de muchos años de vivir alejados aprendimos a conocernos más, a estar más unidos.

JB: Y por extensión, ¿cómo describirías la relación, o sea, la dinámica, entre texto e imagen en la obra?


Ariel: Las imágenes de Historias clandestinas son muy elocuentes y expresivas, muchas de ellas gritan sin palabras, ellas dan cuenta del Chile de las décadas de los 70 y 80, de la atmósfera humana que se vivía en esos años de dictadura, de la ropa, los autos, la tecnología de ese período. Así, mediante estas informaciones visuales, esta novela gráfica se ahorró toda la descripción verbal que usa una novela sin imágenes para centrarse únicamente en las palabras claves para que el lector pueda completar su propia idea.

 

Historias clandestinas usa diferentes tipografías hechas a mano; cuando el narrador imparcial describe los hechos las letras son formales, cuando hablan los niños las letras son infantiles. El concepto es crear un texto plástico coherente y estéticamente acorde con la imagen, la idea es que no haya diferencia entre texto e imagen de manera que ambos jueguen un rol visual de perfecta integración. Este concepto purista de integración perfecta entre tipografía e imagen se puede encontrar en el Libro de Kells, en antiguas miniaturas persas, en la obra de William Blake, en los carteles artísticos de Alfons Mucha, etcétera. He visto con demasiada frecuencia novelas gráficas donde la insensibilidad de una tipografía copiada y pegada de un programa no se integra al trabajo de las imágenes dando una impresión forzada que desarmoniza con la imagen general.

 

JB: ¿A qué público ideal está dirigida Historias clandestinas?

                                                            

Ariel: Historias clandestinas fue escrita originalmente en inglés (Hidden Memories) porque mi hermana y yo pensamos que las historias relatadas en nuestro libro tienen un carácter universal. Además queríamos llegar a un público angloparlante culturalmente diverso, con este fin adecuamos las referencias particulares de la cultura chilena hispanoparlante al entendimiento de las personas angloparlantes de diversas culturas de habla inglesa, para ello fuimos asistidos por personas angloparlantes de diferentes orígenes culturales (australianos, ingleses, mexicanos, iraníes, brasileños, etc.). Sin embargo el primer ofrecimiento editorial para la publicación de Hidden Memories vino de LOM, una editorial chilena, por lo que tuvimos que traducirla al español bajo el nuevo título de Historias Clandestinas. 

 

Fue escrita para niños, jóvenes y adultos; para ello se vale de dibujos de gran contenido emocional y los protagonistas son dos niños que en el período de diez años se convierten en adolescentes en una casa de seguridad durante la Dictadura de Pinochet. Para lograr la autenticidad del relato tuvimos que utilizar un vocabulario simple, evitando en lo posible los juicios y las palabras políticas usadas en ese entonces y por sobre todo tuvimos que ser fieles a la forma de sentir y pensar que teníamos en aquella época. Esto significó un trabajo creativo y emocional muy intenso y a veces doloroso ya que nos vimos enfrentados a los miedos y esperanzas que vivimos en nuestra niñez y adolescencia que marcaron nuestras vidas.

 

JB: ¿Recuerdas unos desafíos específicos—o lingüísticos o culturales—con la traducción? ¿Cambiaron los dibujos con esta transformación de idioma o se quedaron iguales?

 

Ariel: Sí, todo cambia al escribir en inglés una historia ocurrida en un país de cultura latinoamericana y habla española ya que los slogans de la multitud, el típico humor chileno, los poemas de Víctor Jara (músico asesinado por los militares), el “Himno a la resistencia” (cuya letra y música compusimos en nuestra casa de seguridad) contienen metáforas, rimas y expresiones que deben ser adaptadas al idioma inglés para ser entendidas. Incluso existen palabras tales como “barretin” (un lugar generalmente pequeño especialmente preparado para esconder microfilms) que dejamos sin traducir al inglés con el propósito de que el lector entendiera el concepto por sí mismo al leer el capítulo. Por estas razones para escribir esta historia en inglés tuvimos que hacer el ejercicio mental de “ponernos en los zapatos” de una persona de habla y cultura nativa inglesa. Mi hermana Sol mostró la novela a muchas personas angloparlantes nativas quienes revisaron los escritos y entregaron sus opiniones y comentarios.

 

Las imágenes en cambio permanecieron iguales, sólo cambiaron la ropa, los autos y la tecnología que se usaba en las décadas de los 70 y 80 (por ejemplo en nuestra casa de seguridad la propaganda en contra de la dictadura era impresa en un mimógrafo y la información secreta se almacenaba en microfilms ya que la computación no estaba masificada). Pero la enorme fuerza de las imágenes radica en que se explican por sí mismas sin necesidad de palabras, son universales por cuanto pueden ser entendidas por cualquier persona en el mundo sin importar su idioma, las imágenes transmiten a través de la construcción del escenario, la atmósfera, el cuerpo y el rostro de los protagonistas (especialmente los ojos) las emociones de alegría, miedo y esperanza comunes a todos los seres humanos.

 

JB: ¿Saldrá la versión original en inglés, Hidden Memories, algún día?

 

Ariel: Mi hermana y yo estamos interesados en difundir este libro en inglés. Creemos que la historia verídica de una familia como la nuestra que tuvo que vivir diez años en peligro constante bajo una dictadura militar contiene un mensaje humano universal que trasciende los idiomas, los credos políticos, las separaciones raciales o sociales.

 

JB: Y ahora estás elaborando un cambio de medio, ¿verdad?, desde la forma de novela gráfica a la de la animación. ¿Me puedes hablar de este proyecto?

 

Ariel: Este proyecto comenzó debido al empuje de un director español de cine documental llamado José María González (J.M. Oñate) quien se interesó en crear un film de animación con Historias clandestinas. La idea de este film animado es llegar a un público más amplio (especialmente jóvenes) quienes a través de su familiaridad con la animación puedan sentirse identificados y motivados a entender lo que significó la vida en clandestinidad bajo una dictadura militar.

 

Historias clandestinas fue leído por Rosa Vargas, apodada por los diarios de aquella época como “La mujer metralleta,” una mujer excombatiente contra la dictadura, esta lectora me expresó que el tema de su vida clandestina era un trauma del cual no se hablaba en su familia, sin embargo sus hijos leyeron el libro debido a que se sintieron atraídos por el hecho de que contenía imágenes y estaba contado por dos niños y esto posibilitó la apertura de un nuevo diálogo entre esta madre y sus hijos.

 

La animación es un medio mediante el cual los espectadores aceptan sentirse identificados con dibujos en movimiento que representan seres humanos, estos dibujos en movimiento están libres de nuestras limitaciones físicas dejando un campo abierto al reino de la imaginación donde las emociones y metáforas transforman a los personajes al punto de que una lágrima puede transformarse en lluvia y una risa en arco iris. De esta manera el espectador se ve expuesto al poderoso mundo de las emociones que contienen verdades y mensajes inolvidables. El proyecto de Historias clandestinas ha sido seleccionado en el Festival de Cine Documental Leipzig Dok de Alemania para obtener financiamiento mediante coproducciones. Hasta el momento ha habido personas interesadas en Alemania, Estonia y Argentina.

 

JB: Hablando de esta madre que logró comunicar algo de su pasado traumático a sus hijos a través de la lectura de Historias clandestinas, entiendo que el libro también ha servido como una herramienta afectiva para transmitir tus propias experiencias a tu hijo, que sufre el síndrome de Asperger, ¿verdad?

 

Ariel: Mi hijo menor Franco ha sido diagnosticado con diferentes rótulos, desde savant hasta autista. Franco asiste a una escuela normal, sin embargo es introvertido y bastante obsesivo con sus intereses lo cual lo hace a veces un tanto inaccesible—algo bastante típico en esta era paradójica de tanto desarrollo de la tecnología de las comunicaciones y tanta incomunicación al mismo tiempo. Personalmente no soy amigo de las clasificaciones porque limitan a los seres humanos los cuales son ilimitados en su desarrollo. La historia está llena de estos casos. Historias clandestinas me ayudó a construir un puente de comunicación entre mi hijo y yo, un puente generacional entre padre e hijo ya que este libro habla de mí mismo cuando yo tenía la edad de Franco, esto ayudó a Franco a salirse de sí mismo y a no ver a su padre como un adulto sino como un niño igual a él. Vivir como niño la clandestinidad se parece mucho a una situación de autismo en la cual sabes muchas cosas pero no las puedes comunicar al mundo, en la cual callas muchas cosas que te ocurren a esa edad porque la situación de guerra y peligro permanente que viven los mayores se torna más importante que tu mundo interno de niño o adolescente y así te vas aislando de tu familia donde el tema político viene a monopolizar todos los aspectos de la vida familiar. Sin embargo, esa misma situación adversa crea las condiciones para que se desarrolle con mucha fuerza el gusto por el dibujo o la música como una forma de tener una comunicación significativa contigo mismo.

 

JB: Así empezaste a dibujar durante los años narrados en Historias clandestinas? ¿Me permites hacerte las preguntas típicas sobre tu carrera professional, tu estilo y las influencias artísticas?

 

Ariel: Soy profesor licenciado en Arte, también soy fotógrafo profesional. En el año 2014 la Editorial Bibliográfica Internacional publicó mi libro Nuevas ideas para la enseñanza de las artes visuales, desde 1968 que no hay un texto oficial de enseñanza para las artes en Chile. Esto se debe a las influencias del modelo neoliberal chileno que privilegia los ramos “prácticos” en desmedro de las asignaturas artísticas “inútiles o no productivas” como música y artes visuales.

 

El estilo gráfico de Historias clandestinas es un estilo dark & rustic. Me gusta la gráfica oscura de Goya y la textura del dibujo de Robert Crumb. Mi técnica consiste en la superposición de tramas las cuales crean un tejido lineal que “envuelve” los volúmenes creando la sensación de volumen y profundidad. Esta técnica es muy antigua, la usó Gustav Doré en las ilustraciones de La Divina Comedia y los naturalistas europeos como Darwin en su representación de la flora y la fauna antes de la invención de la fotografía. Me refiero a la misma técnica con la cual actualmente se dibujan los billetes, si observas un dólar con un lente de aumento te darás cuenta exactamente de lo que se trata la técnica de superposición de tramas. Esta técnica de dibujar se usa muy poco actualmente, es una pena ya que esta técnica permite identificar inmediatamente a un dibujante con escuela, maestría y oficio.

 

JB: Recién salió una foto de Gloria Veliz (representante de la ONG Casa Azul) con la Presidenta Michelle Bachelet que está hojeando Historias clandestinas. ¿Tendrá el libro un rol en el plan de estudios para los estudiantes en la primaria y la secundaria?

 

Ariel: Sí, la ONG Casa Azul es un centro educacional que trabaja con niños pobres en un sector de alta vulnerabilidad social en la ciudad de Santiago, la idea de hacer llegar Historias clandestinas a la Presidenta es llamar la atención sobre el hecho de que los estudiantes necesitan leer libros más dinámicos, que usen dibujos, con historias y protagonistas cercanos a su realidad para que se sientan identificados con ellos, para que además aprendan una parte importante de la historia de Chile como lo fue la Dictadura de Pinochet narrado por niños y adolescentes que vivieron los hechos y junto con ello desarrollen el hábito de la lectura. Para lograr este objetivo el género de las novelas gráficas y el cómics resulta ser una gran motivación para ellos.

 

En el año 2015 el Consejo Nacional del Libro y la Lectura (organismo dependiente del Gobierno) hizo una compra importante de Historias clandestinas para las bibliotecas escolares del país, esto fue algo muy positivo aunque nos gustaría que este libro llegara a ser parte de los planes y programas de estudio en las escuelas de Chile.

 

Personalmente he estado en contacto con la experiencia de una escuela cuyos alumnos adolescentes trabajaron con nuestro libro y crearon cómics en los cuales narraron y dibujaron historias tomadas de sus propias vidas. Pienso que estas experiencias pedagógicas donde los jóvenes se desconectan del televisor para convertirse en los personajes de sus propias historias recuperando así el protagonismo de sus propias vidas y rescatando sus propias vivencias ofrecen una oportunidad única para crear nuevos diálogos entre sus amigos, familiares y educadores. Actualmente están dadas las condiciones para que cada persona pueda expresarse artística y humanamente usando todas las herramientas que los educadores y la tecnología puede poner a su disposición. Todos pueden ser artistas, todos tienen historias que compartir, todos pueden recuperar su legítimo protagonismo.

 

JB: ¡Qué manera tan optimista y motivante para terminar esta conversación! Ariel, mil gracias por compartir estas palabras sobre tu memoria gráfica, Historias clandestinas.

 

Ariel: Gracias a ti, Janis.

 

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JB: Ariel, thank you so much for taking the time to discuss your work with me! Historias Clandestinas is a beautifully drawn graphic memoir that narrates your childhood experiences growing up in a casa de seguridad (a clandestine safe house for political activists) under Pinochet’s dictatorship in Chile. This unique and somewhat precarious reality was shared with your sister, Sol Rojas Lizana, who not only assumes a protagonist’s role with you but also co-created the book. Can you tell me a little bit about the collaborative nature of this project?

 

Ariel: My sister Sol came up with the idea of this graphic novel. She understood that our lives in a casa de seguridad (safe house) in clandestinity under the Pinochet dictatorship in Chile in some ways represented the experiences of many people throughout the world. Several authors have written about those who fought against the dictatorship and their sacrifices, but little has been written about the risks and sacrifices of the families who sheltered those people suffering political persecution. I knew we had a great story, a real one, but at the same time I understood that the work would have an emotional cost for me as I had to return to my childhood and adolescence when I lived for ten years dealing with a radical and hegemonic discourse in my family, where everything was monopolized by political narrative.

 

My sister and I spent four years working on our book. She corrected the texts over and over again (I thought she would never stop). She would come up with new suggestions and she eliminated entire pages of drawings; she questioned every word under her sharp scrutiny. So there were differences of opinion between us but also moments of confluence and co-creation. We worked via the Internet as Sol lives in Australia and I live in Chile. These four years of continuously working together on this co-creation was a way to reconnect after so many years of living far apart. We got to know each other better, we became closer.

 

JB: And by extension, how would you describe the relationship or the dynamic between text and image in the work?

 

Ariel: The images in our book are really expressive and eloquent, many of them shout messages without words, they “speak” about Chile in the ‘70s and ‘80s, about the conditions under which many Chilean people lived during the years of the dictatorship. The images show the urban landscape of that time too, such as clothes, cars and technology. Thanks to this highly accurate visual information my sister and I did not need to include unnecessary descriptions and we were able to focus on key words and phrases that allow the reader to fill in the details.

 

Historias Clandestinas makes use of different hand-lettered typographies, for example, when the main narrator describes facts, the lettering is stricter and formal but when the children speak the lettering is more relaxed and informal. The idea is a complete coherence and integration between form and meaning, between idea and art. This concept of integration can be found in the Book of Kells, in old Persian books, in William Blake’s works and in the Alfons Mucha posters. I have seen far too many graphic novels where a rigid typography taken from some computer program spoils the artistic work of the images.

 

JB: Who is the target audience or the ideal reader of Historias Clandestinas?

 

Ariel:  Historias Clandestinas was written originally in English (Hidden Memories). As I said, my sister and I thought that our personal story had a universal message beyond a Chilean audience. We wrote our graphic novel thinking about how to adapt our Chilean cultural references to a multicultural English speaking audience. To achieve that task we were assisted by different English speaking people from diverse cultural backgrounds (Australian, Brazilian, Iranian, Mexican, etc). However, the first offer to publish our graphic novel came from a Chilean Publishing House (LOM Editores) so we had to translate Hidden Memories into Spanish under the new title of Historias Clandestinas.

 

Historias Clandestinas was addressed to children, teenagers and adults by means of very expressive and emotional drawings. The book is narrated by two children who lived in a casa de seguridad (a safe house) during Pinochet’s dictatorship. They lived for ten years under strict security norms and during that time they became teenagers. To conserve a real picture of that period we used simple, non-judgmental vocabulary. We avoided political or ideological concepts and what was, perhaps, most important: we tried to be loyal to the thoughts and feelings we experienced during that time. That was the hardest part because during the four years we worked on this project we had to face the very same hopes and fears that we experienced thirty and forty years ago.

 

JB: Do you remember any specific challenges—linguistic or cultural—with the translation? Did the drawings change at all with this transformation or did they stay the same?

 

Ariel: Yes, of course, everything changes when you try to write a Latin American story in English; the people’s slogans, the typical Chilean humor, the poems of Victor Jara (a songwriter murdered by the military), the hymn for the Resistance Movement against the dictatorship that we composed in our ‘safe house’ have Spanish expressions, metaphors and rhymes very difficult to adapt to English. I remember a particular chapter titled ‘barretines’ (a special place created to hide microfilms) we could not translate that word into English so we kept the word in Spanish so readers could understand the meaning through the images and by reading the story. To write Historias Clandestinas in English we had to “put ourselves into the shoes of an English native speaker.” Sol shared the work with her native English speaker friends to get their opinions and comments. However, the images remained the same, just small changes like clothes, cars and technology we used back in the 70’s and 80’s (for example we used to print clandestine propaganda by means of a mimeograph and secret information was stored in microfilms because computers were not widespread). The power of the images is rooted in being universal because they can be understood by all human beings regardless of their language. Images transmit through tone, bodies and faces (especially their eyes); emotions like happiness, fear and hope are something that all human beings have experienced in their lives.

 

JB: Will the original English version, Hidden Memories, be published someday?

 

Ariel: Of course, my sister and I are interested in publishing the English version! We think that our experience as members of a family who lived in peril for ten years under a dangerous military dictatorship contains a universal human message beyond races, countries, social positions…

 

JB: And right now you are working on a change to a new medium, from the graphic novel form to animation, right?

 

Ariel: This project began thanks to the Spanish film maker José Maria Gonzalez (J.M. Oñate). The idea behind this film is to reach a broader audience (especially young people) because they love animation. Animation may be a good starting point to understand the clandestine life that many people lived under the Pinochet dictatorship.

 

Historias Clandestinas was read by Rosa Vargas, a woman who fought against the military regime; she was nicknamed “The Gun Woman” by the newspapers at that time. She told me that the clandestine life she lived was a traumatic experience that they do not dare speak of in her family; however, her children read the graphic novel because it looked like comics and the protagonists were two children. There is a natural attraction between children and drawings which allowed a new dialogue between this mother, her sister and her children.

 

Animation is like magic, animation means that the audience accepts a game where they connect with drawings that represent human beings, those drawings are free from the physical limitations which rule our material world. Animations belong to a magical realm where characters are transformed by their emotions to the point that a tear becomes rain and a smile could be a rainbow and the audience accepts that because they understand that those images are speaking the language of the heart where many unforgettable truths and deep messages can be found.

 

Historias Clandestinas was selected among many projects from different countries at the Festival Leipzig Dok of documentary films (Germany) in order to get sponsors and financial support. There have been offers from German, Estonian and Argentinian filmmakers to create a co-production.

 

JB: Speaking of the mother who successfully communicated something of her traumatic past with her kids by reading Historias Clandestinas, I understand that the book has also served as an effective tool for transmitting your own experiences to your son, who suffers from Asperger’s, right?

 

Ariel: My youngest son, Franco has been diagnosed with different things like Asperger, savant, autistic... Franco attends a normal school. However, he is introverted and a bit obsessive with his interests, sometimes it is not easy to have a fluid conversation with him, but that is something fairly typical in this paradoxical age of technological communication where personal communication is in crisis. Personally I don’t like these classifications because they limit people and human beings are unlimited. History is full of these stories. Historias Clandestinas helped me build a bridge between my son and I, a generational bridge between father and son because Historias Clandestinas speaks about myself when I was a boy like him. So Franco could see his father not just as an adult but also as a child.

 

Being a child in clandestinity is very similar to autism because you know many things that you cannot tell anyone. Many things that happened at that age remained silenced because of the permanent dangerous situation facing my family which was more important than your own childhood experiences or teenage-reality. That is how you begin to isolate yourself from the family, when the political issues end up monopolizing all aspects of personal and familial life. However, that same adverse situation builds the perfect conditions to develop artistically as a way to have meaningful communication with oneself.

 

JB: So you began drawing during the years depicted in Historias Clandestinas? Do you mind if I ask you the rather standard interview questions regarding your professional training, drawing style and artistic influences?

 

Ariel: I teach art and am a professional photographer. In 2014 Bibliográfica Internacional released my book Nuevas Ideas para la Enseñanza de las Artes Visuales (New Ideas for Teaching Visual Arts). I wrote that because we have not had an official textbook for teaching art in the Chilean schools since 1968 due to neo-liberal policies in education. This ideology is interested in “practical” majors rather than “unproductive” subjects like Art and Music.

 

My graphic style is dark and rustic. I love Goya’s dark drawings and the bold style of Robert Crumb. My drawing is a personal version of an old style; there is a kind of web of lines to follow the forms. It is the same technique used by Gustave Doré in his famous illustrations of The Divine Comedy, the same technique used in the 19th century by the scientists like Darwin to draw flora and fauna before the invention of photography. That style survives in money, if you look at a dollar bill with a magnifying glass you will understand exactly what that technique is. Nowadays this way of drawing has been almost completely forgotten; it is a pity because that style requires time and practice.

 

JB: A photo came out recently of Gloria Veliz (representing the NGO Casa Azul) with President Michelle Bachelet who is flipping through a copy of Historias Clandestinas. Will the book be part of the curriculum for elementary and high school students?

 

Ariel: Yes, Casa Azul is an educational center, a school located in a poor neighborhood in Santiago where teachers and social workers work with people who are highly vulnerable. Putting Historias Clandestinas in the President’s hands was a way to call attention to the fact that students need more dynamic books, books with drawings based in real stories as a way to identify themselves with the protagonists; students need to know what a dictatorship means, as narrated by children and teens who lived that part of our national history.

 

In 2015 the Consejo Nacional para la Lectura y el Libro (a governmental organization dedicated to developing students’ reading skills) bought Historias Clandestinas for the libraries in the Chilean schools. That was a very positive step though we think that this book should be part of the official studies in high school.

 

Personally, I had an interesting experience in a secondary school where teens created comics based on their own lives. I think that such experiences, where students disconnect their minds from TV and become the protagonists of their own stories, are unique opportunities to create a new dialogue between their friends, relatives and teachers. Everyone can celebrate his or her role as a protagonist, everyone has stories to share.

 

JB: What a wonderfully optimistic and inspirational thought to leave us with! Ariel, thank you so much for sharing these insights on your graphic memoir, Historias Clandestinas.

Ariel: Thank you, Janis.