Correa-Díaz, Luis. Cervantes y América / Cervantes en
las Américas. Mapa de campo y ensayo de bibliografía razonada. Kassel/Barcelona: Edition Reichenberger, 2006.
Al lector del XXI, inmerso en el internet y
la cultura mediática, se le plantea una pregunta. ¿Cómo ha de leer a
Cervantes cuya obra lleva más de un siglo siendo parte de América, de
sus diversas tradiciones culturales y de sus escritores? El libro de
Luis Correa-Díaz ofrece una respuesta sólida, al rastrear la
trayectoria del Quijote por el hemisferio occidental y
plantar en lo americano la más fecunda semilla que hoy tiene el
cervantismo.
Apenas salido el Quijote
de la imprenta, se embarcó hacia México la mayor parte de la princeps y, en 1607, la farsa quijotesca celebrada en
Perú en honor del virrey, generó comentario escrito.
A través de los siglos y remontando el tabú de separación entre
lo español y lo hispanoamericano, plumas como la de Bello, Lizardi,
Montalvo y sobre todo la de Rubén Darío, mantuvieron viva la presencia
de Cervantes en las Américas, e hicieron del Alcalaíno un residente
permanente de varios países americanos. La obra de Cervantes se
convirtió así en una archimetáfora y en una fórmula de identificación
no sólo para grandes escritores, sino que la asumieron países y hasta
movimientos internacionales. Kathy Acker se lo apropió para reclamarlo
como calibrador de la cultura estadounidense. Eduardo Galeano
contribuyó con "En un lugar de la cárcel" al subgénero cervantino de
estudios carcelarios/de terror político que dio a luz Latinoamérica en
las décadas de los 1970s-80s. Guillermo Cabrera Infante y Carlos
Fuentes proyectaron La Mancha hacia América, en un afán de renovación.
De costas europeas a costas americanas, un puñado de expertos logró
mantener vivo el tema de "Cervantes y América" y su correlativo de
"América en la obra de Cervantes". El cuatricentenario del Quijote
acarreó un sinnúmero de congresos, conferencias internacionales y
comentarios célebres. Ha tomado más de un siglo de esfuerzos de
pioneros latinoamericanos (Febres Cordero, J. T. Medina) y españoles
(Rodríguez Marín, Díaz-Plaja), para que dé fruto valioso. En el 2005,
la Real Academia Española de la Lengua reconoció al "factor América"
como tema legítimo del cervantismo.
El enorme territorio de intertextualidad
reclamado por esta vertiente del cervantismo cubre actualmente desde la
Patagonia hasta California y desde España hasta la costa americana del
Pacífico. Es imprescindible un "mapa" para poderlo transitar, y
finalmente lo tenemos, indica el prologuista (Fernando Moreno de la
Universidad de Poitiers) de Cervantes y
América/Cervantes en las Américas.
La primera parte del título alude a la
presencia de las Indias en las obras de Cervantes, área de estudio que
dejó de ser novedad a fines del XX, merced al reconocimiento
internacional brindado a los aportes de Diana de Armas Wilson y Roberto
González Echevarría.
La segunda parte traza la proyección de la
extensa obra cervantina —narrativa, poesía, teatro e incluso ensayo— en
las obras de varios autores contemporáneos (latinoamericanos, chicanos,
"americanos", "hispanos"), pero también hacia la cinematografía: desde
el cantinflesco filme Un Quijote sin mancha hasta el
reciente Lost in La Mancha, pasando por la serie
televisiva dirigida por Orson Welles.
El bimembrismo temático de este razonado
libro cubre estructuralmente sus otras partes, que sirven de
complemento al lector interesado en la vigencia actual de Cervantes,
cuyos escritos cada vez se ven menos separables de América y lo
americano.
La tercera parte, "La Cervantiada
americana", se enfoca en los textos recreativos (Borges, bajo el lente
de Julio Ortega) y en autores cervantinos como Rosario Ferré de El coloquio de las perras y el chicano Daniel Venegas
con su Don Chipote; pero no pasa por alto pertinentes
referencias de la huella cervantina en el cine, el teatro, las crónicas
de viaje y los testimonios.
La parte siguiente revisa la "crítica
literaria" americana —latinoamericana y estadounidense— y
ocasionalmente la española (Díaz-Plaja, "Don Quijote en el país de
Martín Fierro"), y les sigue la pista a los críticos dedicados a
calibrar el impacto de lo cervantino en las letras latinoamericanas.
"El carácter quijotesco", quinta parte, da las principales referencias
de artículos, libros, ensayos y ponencias "que aplican el paradigma
quijotesco para interpretar la realidad y, en especial, el carácter
americano", las cuales van desde Arciniegas ("Don Quijote: un demócrata
de izquierda") a Fernández Retamar.
Parte sexta y penúltima, "El quijotismo en
el Descubrimiento y Conquista/Evangelización de América" se ocupa de
las obras que han estudiado al Quijote como
conquistador intelectual y emocional de la cultura hispanoamericana,
sin olvidar mencionar las obras que han tocado el asunto del viso
quijotesco de los conquistadores.
Finalmente, "Personajes históricos
americanos en su dimensión quijotesca" constituye un interesantísimo y
pertinente muestrario de textos sobre Simón Bolívar y sus émulos, donde
no faltan el Che Guevara, Chávez y Marcos, siendo cada entrada
útilmente acompañada del correspondiente sitio o página internet.
[Véase la Tabla de contenidos en: http://www.siglo-de-oro.eu/html/sumb44.html]
Resulta aparente que, en el precario reino
de los libros, el Quijote se ha convertido en el
fenómeno mundial de transculturización. El internet es prueba de este
proceso-en-desarrollo y Correa-Díaz cumple con darnos los portales
electrónicos de muchas de sus entradas bibliográficas y de referencias
clave, el Centro Virtual Cervantes y la revista digital Espéculo
de la universidad complutense de Madrid, p.e. Su
libro es un instrumento de amplio rango que sirve tanto al investigador
avezado como al estudiante iniciado.
Con su eficaz Mapa
de campo y ensayo de bibliografía razonada, Correa-Díaz une su voz
a la de cervantistas como George Mariscal, Anne Cruz y James Fernández
para que, con el clamor conjunto, la investigación sobre el tema
Cervantes/América se mantenga activa a dos vías y asuma el carácter
transoceánico que siempre alentó el creador del Quijote.
María E. Mayer (María Eugenia
Sáez)
Pasadena
City College