Audición, visión y carnavalización en los Sueños de Quevedo
 
 

Soraya Nogueira

Middle Tennessee State University



Tanto la literatura como los sueños son sistemas simbólicos, estructurados y organizados en textos. (1) Francisco de Quevedo en Sueños y discursos utiliza el sueño como artificio artístico-literario, tema muy común en el arte del siglo XVII. (2) Los precedentes históricos y literarios del artificio del sueño son abundantes y se encuentran tanto en fuentes orientales como grecolatinas. (3) Reflejando las ideas de su época, Quevedo emplea el sueño como un recurso estético narrativo para satirizar la sociedad de su tiempo.

Según fuentes consultadas sobre la bibliografía de Quevedo, nadie se ha dedicado a un estudio detallado sobre la carnavalización en los Sueños. (4) El crítico James Iffland, en su libro Quevedo and the Grotesque, investiga los aspectos grotescos en los Sueños, sugiere la presencia del carnaval en esta obra, pero no llega a desarrollar esta idea en estos textos. Solamente menciona que: "The question of the relation of Quevedo's works to popular carnival forms will be discussed in a later section having to do with the genesis of the grotesque art" (23). Más adelante, el crítico va a analizar algunos aspectos del carnaval, principalmente, en El buscón y La hora de todos, pero no lo relaciona con los Sueños. (5) El crítico Edmond Cros hace una investigación sobre los aspectos carnavalescos en El buscón, pero tampoco menciona una posible conexión con los Sueños. (6) Pretendemos, con eso, mostrar que la presencia última de la vida y de la muerte y la inversión de papeles sociales son presentados en los Sueños como el modelo fundador del mundo al revés, idea donde se basa la visión del mundo carnavalesco. (7)

Para desarrollar esta investigación, nos concentraremos en la naturaleza doble de las imágenes carnavalescas encontradas en "El juicio final" y mostraremos de qué manera estas imágenes se van a reflejar en los otros sueños, a través de dos sentidos básicos: la audición y la visión. Estudiaremos los sueños en el orden en que ellos fueron escritos, aunque entendemos que no hay nexo de causa y consecuencia entre ellos. (8) Queremos con eso aclarar que el hilo que une y da unidad a todo nuestro trabajo es el discurso onírico y los aspectos relacionados a la literatura carnavalizada.

Seguimos la definición que el crítico Mikhail Bakhtin registra en su libro Problemas da poética de Dostoiévski sobre este concepto:

Todas as imagens do carnaval são biunívocas: nascimento e morte, bênção e maldição, elogio e improvisação, mocidade e velhice, alto e baixo, face e traseiro, tolice e sabedoria. É característico ainda o emprego de objetos ao contrário: roupas pelo avesso, calças na cabeça, utensílios domésticos como armas, etc. Trata-se de uma manifestação específica da categoria carnavalesca de excentricidade, da violação do que é comum e geralmente aceito; é a vida deslocada de seu curso habitual. (108) A través de esta perspectiva, mostraremos la visión carnavalesca presentada en esta obra de Quevedo, enfatizando las imágenes dobles que aparecen en el discurso de "El sueño del juicio final". (9)

En un análisis más superficial podríamos pensar que el sueño como ficción aparece solamente al principio y al final de los Sueños. Las demás composiciones serían discursos, tal como reza el título: Sueños y discursos, pero todos ellos se resuelven en fantasías, y así lo afirma el propio autor en el "Sueño de la muerte": "He querido que la muerte acabe mis discursos como las demás cosas (…) No me queda ya que soñar" (109).

Así, pues, todos los discursos son sueños, invenciones, es decir, fantasías. En "El sueño del juicio final" el discurso está basado en una frase que el narrador menciona al principio del texto: "…. todos los animales sueñan de noche como sombras de lo que trataron de día. (10) El libro que leía antes de dormirse, será el motivo que desencadena la escritura, pues el narrador dice al principio de la narración: "…habiendo cerrado los ojos con el libro del Beato Hipólito De la guerra del fin del mundo y segunda venida de Cristo, lo cual fue causa de soñar que veía el juicio final". (11) El tema de este libro se quedará retenido en la memoria del narrador y será transformado a través de la imaginación vivida por el sueño. De inmediato, nos acercamos a un mundo caótico de los muertos, donde encontramos una división entre cuerpo (miembros) y sentidos. El "ser" es presentado como algo totalmente fragmentado en la muerte, donde la dicotomía cuerpo-alma va a prevalecer: "los huesos que andaban ya unos en busca de otros", almas que huían de sus antiguos cuerpos, cabezas dislocadas, "los ladrones y matadores que gastaban los pies en huir de sus mismas manos", mujeres hermosas que sacan sus cabezas", etc. Hay una introducción de una gran diversidad de imágenes totalmente confusas, típicas de un sueño, donde no hay una linea que separa la imaginación de la realidad. Se trata de la representación del mundo al revés, típica de la cosmovisión carnavalesca. Según Ernst Robert Curtius, la retórica del mundo al revés es muy antigua y está relacionada con lo cómico, la parodia y a veces puede expresar el horror. (12 ) Observamos estas ideas no solamente por los motivos mencionados, sino por el propio discurso del narrador al decir: "Pero lo que más me espantó fue ver los cuerpos de dos o tres mercaderes, que se habían calzado las almas al revés y tenían todos los cinco sentidos en las uñas de la mano derecha" (19). Es la representación de la violación del curso habitual de la vida, que tiene como consecuencia lo cómico y el espanto.

Las diferencias sociales desaparecen y encontramos todos los tipos de individuos, de diferentes orígenes sociales, juntos: alguaciles, mendigos, abogados, filósofos, médicos, jueces, judíos, poetas, matadores, tabeneros, sastres, escribanos, además de las divinidades (Dios y el Diablo), unidos alderedor de un único motivo: el día del juicio final. (13) El espacio privilegiado es un valle que se encuentra más abajo de la tierra.

(14) De inmediato, percibimos varias imágenes dobles como: cuerpo-alma, vida-muerte, cielo-infierno; típicas de la cosmovisión carnavalesca. Entran en contacto todos los elementos antes cerrados, separados y distanciados unos de los otros por la visión de mundo jerárquica extracarnavalesca, donde lo sagrado y lo profano, el sabio y el tonto, el grande y el insignificante, aparecen unidos. (15)

La posición del narrador frente a los acontecimientos es distante; las cosas no le ocurren a él, sino que ocurren delante de él. En todo el discurso el narrador describe y observa el juicio final, que es un tema de la tradición bíblica. De acuerdo con el crítico ruso, Mikhail Bakhtin, una de las características de la carnavalización es la profanación. Ésta es formada por los sacrilegios carnavalescos que parodian los textos sagrados y sentencias bíblicas. (16) La voz narrativa de este sueño es muy semejante a la voz del libro del "Apocalipsis" en la Biblia que dice: "El quinto ángel tocó la trompeta. Vi entonces una estrella caer del cielo en la tierra y le fue dada la llave del abismo y ella lo abrió" (17). Este paisaje nos recuerda el inicio del sueño cuando el narrador dice: "Pareciome, pues, que veía un mancebo que discurriendo por el aire daba voz de su aliento a una trompeta (…) al punto de moverse toda la tierra y a dar licencia a los huesos, que andaban ya unos en busca de otros" (18). Podemos afirmar que todo el texto representa un acto profano contra la religión cristiana, pues, presenta el día del juicio final como una gran fiesta donde ángeles, diablos, seres humanos y Dios están juntos provocando la risa a través de diferentes situaciones. Es interesante observar que la risa es otra característica de la visión carnavalesca. Por lo general está dirigida contra el supremo. (18) A través de la risa era possible expresar muchas cosas que se encontraban reprimidas en la vida social, como el propio narrador dice al final de este sueño: "Dióme tanta risa ver esto, que me despertaron las carcajadas. Y fue mucho quedar, de tan triste sueño, más alegre que espantado"( 30 ). Percibimos aquí la combinación de dos ideas antitéticas, "tristeza" y "alegría" alrededor del juicio final.

Todas estas imágenes carnavalescas presentadas en "El sueño del juicio final" van a desdoblarse en los otros sueños, como si éste fuera un modelo y los otros una reproducción de las imágenes reflejadas. En el segundo sueño, "El alguacil endemoniado", la cosmovisión carnavalesca va a predominar a través del diálogo. El narrador empieza la narración buscando a un licenciado, Calabrés. El espacio privilegiado es una sacristía. Encuentra al clérigo junto a un hombre endemoniado y se impresiona con el discurso del diablo: "Admiráronme las sutilezas del diablo" ( 35). A partir de este momento, el narrador se deja llevar por sus instintos y pasa a hacerle preguntas al diablo que domina prácticamente todo el discurso de la narración. El narrador que estaba, al principio, buscando al clérigo, se olvida de su viaje hasta la sacristía y empieza a escuchar al diablo. A través del demonio, algunos personajes, que fueron presentados en "El sueño del juicio final", aparecen, aquí, otra vez, criticados en el habla del diablo que se identifica con un alguacil. (19) En ese texto, en contraposición al primero, prevalece el diálogo y el narrador actúa como un reportero; siempre cuestionando y escuchando al diablo.

Entre el primer sueño y el segundo podemos percibir una cierta evolución con relación a la posición del narrador frente a la narrativa. En "El sueño del juicio final" su participación en la historia es prácticamente pasiva y predomina la descripción. En "El alguacial endemoniado," el narrador se encuentra en la historia. No es simplemente un observador, sino uno de los personajes. (20) El diálogo prevalece en este texto y el diablo domina el discurso. Estos dos primeros sueños están guiados por dos sentidos externos, que son la visión y audición respectivamente, como el propio narrador nos dice en el inicio del tercer sueño: "Yo que en el Sueño del juicio final vi tantas cosas y en El alguacial endemoniado oí parte de las que no había visto, como sé que los sueños, las más veces, son burla de la fantasía y ocio del alma (…) la verdadera paz" (46). Podemos relacionar estos dos sentidos externos, visión y audición, con un desfile de imágenes carnavalescas. Por lo general, lo que va a prevalecer en un desfile de carnaval serán las cosas que vemos y oímos. Es interesante observar que la visión y la audición serán dos sentidos que van a predominar, no solamente en estos textos, sino en toda esta obra de Quevedo, como vamos a desarrollar enseguida.

En "El alguacil endemoniado", la carnavalización se hace patente en la inversión de papeles: "…debéis llamarme a mí demonio enaguacilado, y no a éste alguacil endemoniado" (34). Hay una sátira a las prácticas exorcistas registradas, principalmente, en los evangelios según San Lucas, San Mateos y San Marcos, donde Cristo ejerce el exorcismo. Este personaje, que ya había aparecido en "El sueño del juicio final", se presenta aquí más desarrollado, como si fuera una continuación del primer sueño.

En el tercer sueño, "Sueño del infierno", va a prevalecer la imaginación donde el narrador retiene lo percibido: "No acabara ya de contar lo que vi en el camarín si lo hubiera de decir todo. Salíme fuera y quedé como espantado, repitiendo conmigo estas cosas" (90). El proceso de repetición está relacionado con el deseo de retener lo observado y lo vivido. Como muy bien lo desarrolla Ilse Nolting-Hauff, la introducción del sueño nos trae primero un motivo nuevo. Se describe un paisaje amable del que parten dos caminos. Pronto se descubre que uno es el camino de la virtud y que el otro conduce al infierno. Se vuelve a encontrar a tipos conocidos de los sueños anteriores: letrados, médicos, taberneros, soldados, mercaderes, boticarios y sastres. Sólo son nuevos los hipócritas, rodeados de mujeres devotas, los hombres muertos de repente y otras variantes más de despreocupados, denominados según sus expresiones: "Oh quién hubiera", y "Dios es piadoso".(21) Por otro lado, la descripción de masas en movimiento y las imágenes dobles entre el bien y el mal, recuerdan el primer sueño. De acuerdo con Bakhtin, el infierno es el espacio donde todos los seres de la tierra se encuentran en condiciones de igualdad. (22) No hay diferencias sociales y todo se presenta al revés. Aquí, el narrador participa de la historia activamente al mismo tiempo que observa todo. Es un constante proceso de conocimiento producido por la imaginación. Hay una dicotomía entre el infierno y el mundo, que representan dos mundos distintos. El narrador intenta incorporar a su imaginación, las cosas que retuvo durante su recorrido por el infierno.

En el cuarto sueño, "El mundo por de dentro", la fantasía irá a predominar en el discurso del narrador que va a unir lo retenido a lo percibido:

Sea, por todas las experiencias mi suceso pues,
cuando más apurado me había de tener el
conocimiento de estas cosas, me hallé todo en
poder de la confusión, poseído de la vanidad de
tal manera que, en la gran población del mundo
perdido, ya corría donde tras la hermosura me
llevaban los ojos, ya donde, tras la conversación,
los amigos de una calle en otra, hecho fábula de
todos (93).
El mundo es representado como una ciudad, "la gran población del mundo". Mientras vaga por el mundo, el narrador es llamado por un venerable anciano que se presenta a sí mismo como el Desegaño. Después de protestar al principio, se deja convencer por el anciano para que lo acompañe y le muestre el mundo como verdaderamente es. El viaje al interior del mundo, que anunciaba el título, es metafórico: el viejo lleva al narrador a la calle mayor del mundo donde una serie de acontecimentos más o menos cotidianos le dan ocasión de mostrar los verdaderos motivos del actuar terreno y de desengañar una y otra vez al poeta lleno de ilusiones.

La descripción de estos acontecimientos interrumpe a veces el diálogo entre el poeta y su acompañante, que, por lo demás, se extiende a lo largo de todo el discurso, como en "El alguacil endemoniado".(23) Se obserba otra vez que la audición predomina en este texto, pero ahora está acompañada de la visión también: "… Eso todo es por fuera y parece así, pero ahora lo verás por de dentro y verás con cuánta verdad el ser demiente a las aparencias"(98). Además de escuchar, el narrador ve las cosas que el viejo le muestra en el mundo. Sin embargo, aquí observamos, a un nivel más profundo, la inocencia del narrador frente al sabio anciano:

¡Qué diferentes son las cosas del mundo de como las vemos!
Desde hoy perderán conmigo todo el crédito mis ojos y nada
Creeré menos de lo que viere (98)
La consciencia del desengaño muestra la primacía de la visión carnavalesca, donde ocurre una muerte simbólica de la inocencia en el poeta, al mismo tiempo que renace la madurez, donde las cosas percibidas son desenmascaradas, idea ya propuesta en el título general (de "verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños"). Entendemos que la consciencia del desengaño representa una experiencia concreta-sensorial que expresa la idea fundamental del carnaval, que es la muerte y la renovación.(24) Sigue una estructura semejante al "alguacil" donde prevalece el diálogo y podemos relacionarla con la visión carnavalesca. (25)

El último y quinto sueño, "Sueño de la muerte", se relaciona con el juicio común donde el narrador tiene consciencia de lo percibido por los sentidos: "Con todo eso, me pareció no despreciar de todo esta visión y darle algún crédito (…) a entretener" (154). Hay una muerte simbólica en el sueño y un renacer cuando el narrador se despierta. La metáfora del carnaval está en el proceso del cambio y no propiamente sobre el cambio en sí mismo, que nos lleva a concluir que la carnavalización no es substancial, sino funcional.

La extensión y algunos detalles de la acción y del escenario recuerdan el "Infierno". La introducción salpicada de citas está emparentada con la del "Juicio final". Como observa Ilse Nolting-Hauff, de los tipos satirizados en los sueños anteriores, aparecen los médicos, boticarios, barberos, los letrados, sastres, mercaderes, pasteleros y taberneros. (26) La posición del narrador frente a los hechos es semejante al primer y tercer sueños, pero el juicio común reúne en este último sueño es mucho más amplio: "… ¡De una manera se nace y de tantas se muere! Si yo vuelvo al mundo, yo procuraré empezar a vivir"(123). Es interesante observar que la imagen del hombre fragmentado es presentada aquí otra vez, como en el primer sueño, mostrando la circularidad de la narrativa: pedazos de brazos, cabezas y piernas que son presentados de una manera semejante al "juicio final". Es la representación de la muerte que da origen a otra vida, típica de las ideas carnavalescas demostradas en este estudio. La diferencia básica está en el punto de vista de la narrativa. En este sueño el narrador no es solamente un observador, sino un participante activo, listo para emitir juicios de valor a través de la experiencia vivida.

Después de analizar la carnavalización en "El sueño del juicio final", podemos concluir que este texto es el modelo fundador de los otros sueños, desde la perspectiva carnavalesca. Todas las ideas que están basadas en la teoría de la carnavalización se presentan ahí: la excentricidad, la doble imagen, la ausencia de una jerarquía social, la sátira religiosa a la religión cristiana, la representación de la vida y la muerte, el mundo al revés, la representación del cielo y el infierno, el énfasis en los cambios y transformaciones, además de introducir a todos los personajes que irán a aparecer en los otros sueños. Tanto en la microestructura, como en la macroestructura de los Sueños no hay un tiempo narrativo lineal, cronológico, que nos permita estudiarlos dentro de un proceso temporal evolutivo. Observamos un desfile de imágenes caóticas, fragmentadas alrededor del tema propuesto en "El sueño del juicio final". Toda la obra se relaciona con la dicotomía entre el bien y el mal que será juzgado, de acuerdo con la tradición cristiana, en el día del juicio final.

Entendemos que el carnaval sirve como metafóra para guiarnos en la lectura de esta obra de Quevedo porque enfatiza las dobles imágenes negativas y positivas del mundo al revés, a pesar de no aparecer explícitamente en la obra como fiesta alrededor del calendario litúrgico. En El buscón, según Cros, las indicaciones que nos da Quevedo tocante a la manera cómo el relato se va desarrollando en el tiempo, son relativamente escasas y no constituyen un conjunto coherente, pero los elementos temporales están organizados cíclicamente alderedor de un calendario festivo relacionado con el carnaval. (27) Sin embargo, en los Sueños no ocurre esto. No hay un criterio de organización en el que podamos basarnos.

Estos textos fueron estructurados básicamente a través de dos sentidos exteriores: la visión (en esta categoría se encuentran "El sueño del juicio final", "Sueño del infierno" y "Sueño de la muerte") y de la audición ("El alguacil endemoniado" y "El mundo por de dentro"). Este tipo de estructura es muy semejante a los textos bíblicos. Encontramos la visión, principalmente, en el "Apocalipsis" y la audición en los"Evangelios". El texto del "Apocalipsis" está relacionado con la destrucción de la humanidad y los "Evangelios" con la salvación. Los dos sentidos exteriores aparecen aquí como dos conceptos opuestos, típicos de la cosmovisión carnavalesca. Además, puede considerarse la obra, en general, como un gran desfile de imágenes que son capturadas por la visión y la audición.

Percibimos una circularidad en los Sueños por la dicotomía vida-muerte, pues éstos empiezan y terminan con este tema. Según Bakhtin, el nucleo de la cosmovisión carnavalesca se encuentra en el énfasis en los cambios y transformaciones de la muerte y la renovación. (28) Esto nos hace reflexionar que en este libro de Quevedo, el nacimiento está lleno de muerte y la muerte de un nuevo nacimiento, donde se justifica la presencia constante de la carnavalización.
 
 

Notas

(1) El concepto de sueño en este trabajo está relacionado con el "suceso, o especies que en sueños se representan en la imaginación", de acuerdo con Diccionario de lengua castellana. Todos los ejemplos mencionados en este trabajo sobre los Sueños de Quevedo serán tomados de la edición crítica de Henry Ettinghausen.

(2) Varios escritores desarrollan este tema en sus obras: Fernando de Herrera, Al sueño; Calderón, La vida es sueño; Sor Juana de la Cruz, Primer sueño; Quiñones de Benavente, El sueño de perro, entre otros.

(3) Los podemos encontrar en la Biblia, La leyenda de Buda, Las mil y una noches, El sueño de Scipión de Cicerón, etc.

(4) Consultamos la Guía bibliográfica para el estudio crítico de Quevedo de James O. Crosby, MLA bibliography, HCLE, y también la Aportación a la bibliografia de Quevedo, en homenaje del Instituto Nacional del libro español en el III centenario de su muerte.

(5) James Iffland en su estudio sobre la carnavalización en El buscón señala que "the significant aspect of the episode in which Pablos is crowned 'rey de gallos', embodies carnival, the quitessencial manifestation to the popular grotesque with all of its inversion of social norms and standards, its masquerading and farcical ceremonies such as this one of which Pablos himself is a protagonist. " (83) Se nota también que el crítico relaciona La hora de todos con el carnaval (252-255).

(6) Edmond Cros, L'aristocrate et le carnaval des gueux e Ideología y genética sexual.

(7) "El sueño del juicio final" se sitúa en 1605. "El alguacil endemoniado"debió escribirse también entre 1605 y 1608. "El sueño del infierno" lleva la fecha de terminación el 30 de abril de 1608. "El mundo por de dentro" está dedicado al duque de Osuna el 26 de abril de 1612 y "El sueño de la muerte"se lo dedica a doña María Enriquez de Guzmán el día 6 de abril de 1622.

(8) La teoría del carnaval en la literatura se puede encontrar en los siguientes textos Mikhail Bakhtin, Problemas da poética de Dostoiésvski, L Oeuvre de Françoise Rabelais et la culture populaire au Moye-Age; Laurent Jenny, "Le Discours du carnaval" in Littérature; David Hayman, "Au Delà de Bakhitn: Pour une mecánique des modes", in Poétique; Julia Kristeva, El texto de la novela.

(9) Todos los ejemplos y definiciones sobre la carnavalización serán ilustrados de una traducción brasileña Problemas da poética de Dostoiésvski de Mikhail Bakhtin.

(10) De acuerdo con James Crosby los versos que recuerda Quevedo pertenecen a un prefacio que fue impreso junto con el libro tercero del Rapto de Proserpina, por el editor Theodor Pulmann en !571, y son: "Onmia quae sensu volvuntur vota diurno,/ Pectore sopito reddit amica quies." (932)

(11) Según James Crosby, este libro fue intitulado De consummatione mundi ac de Antichristo et secundo adventu domini nostri Jesus Chisti, publicado por primera vez en 1556. El crítico menciona que Quevedo omitió la referencia al Anticristo porque podría destruir la ironía continuada que el autor quería elaborar. (930)

(12) Ernst Robert Curtius, European Literature and the Latin Middle Ages 96-97. El crítico menciona que "It had happened once before, a millenniun and a half earlier in Aristophanes. Comic motifs have more vitality than any others. The 'world upside down' also delighted the Greeks as a parody of the Homeric journey to Hades. As such it appears in Lucian (Menippus), and, with Lucian as a model, in Rabelais."

(13) Mikail Bakhtin dice que "todos os elementos separados e distanciados uns dos outros pela cosmovisão hierárquica extracarnavalesca, entram nos contatos e visões carnavalescas. O carnaval aproxima, reúne, celebra os esponsáis e combina o sagrado com o profano, o elevado com o baixo, o grande com o insignificante, o sábio com o tolo, etc. " (106)

(14) James Crosby 952.

(15) Mikhail Bakthin 106

(16)Bakhtin 116

(17) Este pasaje se encuentra en el "Apocalipsis", capítulo 9, de una edición brasileña de la Biblia. La traducción es mía.

(18) De acuerdo con Bakhtin, la risa carnavalesca estaba relacionada con las formas más antiguas de la risa ritual, donde se ridicularizaba el sol, a otros Dioses y al supremo poder de la tierra (109).

(19) Los reyes, los comerciantes, el propio alguacil, ministros de justicia, etc.

(20) James Crosby menciona que el crítico Victoriano Ugalde afirma que en un estudio que Quevedo es el propio narrador. Dice que "la presencia de Quevedo se siente por doquier y él no desea otra cosa." (931)

(21) Consultar el libro de Ilse Nolting-Hauff, Visión Sátira y agudeza en "Sueños"de Quevedo, 25.

(22) Bakhtin 114.

(23) Ilse Nolting-Hauff 29.

(24) Bakhtin 107.

(25) Según Bakhtin, "apesar da forma literária sumamente complecificada e da profundidade filosófica do 'dialogo socrático', seu fundamento carnavalesco não suscita qualquer dúvida". Él añade más adelante que "a própria descoberta da natureza dialógica do pensamento e da verdade pressupõe a familiarização carnavalesca das relações entre as pessoas que participam do diálogo, a abolição de todas as distâncias entre elas; além disso, pressupõe a familiarização dos enfoques do próprio objeto do pensamento, por mais elevado e importante que ele seja, e da própria verdade." (113-114)

(26) Ilse Nolting-Hauff 33.

(27) La Navidad, la fiesta del rey de gallos, la cuaresma. Edmund Cros 15-16.

(28) Mikhail Bakhtin 107.
 
 

Bibliografía

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--- L Ouevre de Françoise Rabelais et la culture populaire au Moyen-Age. Paris: Gallimard, 1970.

Cros, Edmund. L'aristocrate et le carnival des gueux. Paris: Edudes Sociocritiques, 1975.

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