¿Por qué Roberto Arlt?

 

Cristina Guiñazú

Lehman College, CUNY

 

Como todas las manifestaciones culturales de carácter semiótico, la literatura está sujeta a los vaivenes de la moda. Ciertos textos y autores se vuelven imprescindibles en las discusiones de determinada época para ser pocos años más tarde reprobados y hasta ignorados. Esas aproximaciones y rechazos juegan un papel decisivo en la formación de las corrientes de pensamiento de cada período.

Tales variaciones han alternativamente favorecido y dejado en el olvido a la obra de Roberto Arlt. A pesar de que sus "Aguafuertes porteñas" se publican con éxito en El Mundo hasta el 27 de julio de 1942, día de su muerte, sus novelas no reciben entonces la apreciación que merecen. Después de muchos años en que se lo consideró como un escritor para escritores, en 1950, Raúl Larra publica una biografía de Arlt y reedita sus obras poniendo nuevamente sus textos sobre el tapete. Desde entonces, sus libros infaltables en las listas de lecturas obligatorias de todo programa de literatura que se quiera serio, continúan atrayendo a nuevos lectores. Es así que son los favoritos en la Feria del Libro de Buenos Aires en el 2000. Quizás la causa de este entusiasmo resida en ciertas semejanzas entre las circunstancias de los años 30 y las del presente. "Arlt es el más contemporáneo de nuestros escritores" ha dicho Ricardo Piglia y es que las ansiedades provocadas por los cambios de nuestro fin de siglo se hallan retratadas en su obra.

Roberto Arlt creó una modalidad literaria que rompió con las tendencias entonces en boga. El juguete rabioso, Los siete locos, Los lanzallamas, los cuentos de El Jorobadito, El criador de gorilas y las numerosas obras de teatro que escribiera Arlt precedían y predecían lo que años más tarde caracterizaría al existencialismo literario. Sus textos presentan en un lenguaje nuevo, ambientes urbanos hasta entonces inéditos, en los que personajes deslucidos y conflictivos actúan "en la zona de la angustia". Toda su ficción se halla fuertemente anclada en la realidad. No es extraño pues que admiremos una estética de vigencia universal cuya observación y cuestionamiento nos parecen aún válidos. Por todo lo que Roberto Arlt significa en el campo literario consideramos imprescindible dedicarle hoy una sección en el centenario de su nacimiento.